MARIÁTEGUI Y LEÓN TROTSKY
- Carolina Chávez
- 13 nov 2017
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Mariátegui es el primer teórico marxista latinoamericano. El amauta, como era conocido, llevó adelante una enorme tarea de traducción del marxismo revolucionario a nuestro continente, que es un importante punto de apoyo para los marxistas revolucionarios en la actualidad.
Trotsky está presente en el pensamiento de Mariátegui desde múltiples perspectivas. Mariátegui no sólo recibió entusiastamente las reflexiones de Literatura y Revolución (1924), sino que Lenin y Trotsky son para Mariátegui el arquetipo del hombre de acción y pensamiento, del "ideólogo realizador" (Defensa del Marxismo). Esta expresión de puño y letra del peruano data de 1928-29, años de furibunda campaña antitrotskista al interior de la III Internacional. El tercer aspecto en que el fantasma de Trotsky se insinúa en el pensamiento mariateguiano, es en su formulación de las contradicciones internas de la formación económico-social del Perú, muy cercana a la teoría del desarrollo desigual y combinado y en su formulación de las fuerzas motrices y la dialéctica de la revolución, afín en sus momentos esenciales a la Teoría de la Revolución Permanente.
Los Siete Ensayos son, como señala Karel Kosik respecto del Fausto, la Fenomenología del Espíritu y El Capital, una auténtica "Odisea" de la praxis histórica. Una de sus principales conquistas teóricas es la identificación del "problema del indio" con el "problema de la tierra".
De esta manera el pensamiento marxista va penetrando en esferas enteras de la vida nacional peruana, tomando como base las cuestiones formuladas en los dos primeros ensayos, logrando una mirada totalizadora, opuesta por el vértice al mecanicismo stalinista del diamat y el hismat. Desde este punto de vista la errónea tesis acerca del carácter feudal de la colonización se debe más a un error de apreciación que a un esquematismo de corte eurocéntrico, tan caro a Codovilla, Ghioldi y otros nefastos personajes del stalinismo criollo.
Lo que acerca a Mariátegui a las ideas de Trotsky es que señala la incapacidad de un desarrollo nacional autónomo del Perú, dominado por los capitales imperialistas y por la gran propiedad agraria. Por eso se burla de la consigna aprista que reclama la "segunda independencia". Contra toda visión del desarrollo histórico mecanicista y unilineal, el peruano considera que la persistencia del latifundio no es indicio de la necesidad de una revolución burguesa, sino un elemento que muestra plenamente la imposibilidad de la burguesía nacional de llevar adelante sus tareas históricas. Este punto de vista de Mariátegui puede abarcarse sin inconvenientes en la teoría del desarrollo desigual y combinado de Trotsky. Además, ambos comparten la hostilidad a los burgueses nacionales, desean transformar la revolución democrático-burguesa en revolución socialista y proponen al proletariado como sujeto del proceso revolucionario.
Desde este punto de vista podemos señalar que la Teoría de la revolución permanente engloba las formulaciones de Mariátegui, que a su vez constituyen un importante punto de apoyo para enriquecer y hacer concretas la Teoría del desarrollo desigual y combinado y la Teoría de la Revolución Permanente en América Latina.

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